“¿Montar una fábrica de ropa para ciclismo en Yecla? Eso era como ponerte a hacer trajes de astronauta”. Jose Ramón Ortín, director comercial de Gobik, recuerda con una sonrisa como fueron los inicios de la marca. “Tradicionalmente, la zona de Yecla se ha dedicado al mueble, al tapizado y a la colchonería, así que montar una fábrica de muebles era algo fácil, porque aquí hay maquinaria y gente con formación, pero cuando empezamos tuvimos que formar a la gente y, por entonces, suplimos nuestra inexperiencia con mucha ilusión. Teníamos que convencernos de que aquello era lo que queríamos hacer y tirar hacia adelante”. Su mano derecha y director de producto, Alberto García, asiente con la cabeza y recalca: “Cuando empezamos no teníamos recursos, y estos tampoco estaban a nuestro alcance porque, simplemente, no sabíamos dónde ir a buscarlos o con quién teníamos que hablar… Y eso tiene su dificultad, porque empezar un negocio desde cero no es nada fácil”.
De aquella locura empresarial se cumplen ahora diez años, una década en la que Gobik ha pasado a ser una marca que daba servicio de ropa de ciclismo personalizada a posicionarse como una referencia a nivel internacional, con colecciones propias, y con una estructura de más de cien trabajadores que exporta a medio mundo a través del comercio digital y una amplia red de puntos de ventas
Opiniones de nuestros clientes
Recibe nuestras novedades
¡Casi hemos terminado!
Te hemos enviado un correo electrónico para que confirmes tu e-mail